La aparición de la inteligencia artificial ha hecho que nos planteemos cómo puede ser útil en nuestro trabajo e incluso verlo como una amenaza. El aprendizaje, en este caso casi obligado, de nuevas tecnologías que se acabarán implementando en nuestro día a día permite establecer comparaciones con otras herramientas que usamos ya sin cuestionarlo.
Me acuerdo mucho de un profesor de informática que tuve el primer año de la universidad que, trabajando con MS-DOS (sí, hace muchos años), nos decía que cada cambio tecnológico importante que afectaba a la vida cotidiana era tomado por muchos como el fín de una era pero con tintes apocalípticos. Ponía siempre como ejemplo el paso del uso del cincel y la piedra al uso del pergamino como herramienta de comunicación. Nos decía que muchos pensaron que dejar de picar la piedra era el fin de la humanidad porque no concebían algo diferente para transmitir el conocimiento. Y después con la llegada de la imprenta sucedió igual.
Tomado distancia con estas semejanzas, es cierto que la Inteligencia artificial está siendo una pequeña revolución que seguramente dará paso a importantes cambios sociales y económicos. No voy a aventurar cuáles serán estos cambios y si serán mejores o peores, lo que sí creo que debo empezar a familiarizarme con todo esto porque afectará (si no lo hace ya) a mi trabajo.
En este pequeño tutorial que comparto aquí vemos las primeras aproximaciones a una tecnología que se está puliendo y tiene ahora mismo unas características concretas.
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